La papaína es una enzima que
se extrae del fruto llamado papaya y que pertenece a una familia de proteínas
relacionadas, que incluye endopeptidasas, aminopeptidasas, dipeptidil
peptidasas y otras enzimas con actividades tanto exo-peptolíticas como endo-peptolíticas.
Las propiedades peptolíticas de la papaína
provocan la ruptura de múltiples enlaces en las proteínas animales, lo que
tiene por consecuencia que se pueda utilizar para ablandar la carne destinada
al consumo humano. La papaína también hidroliza proteínas vegetales, y es útil
para evitar la formación de los sedimentos proteicos que produce la proteína de
la cebada en el proceso de fabricación de cerveza. También posee propiedades
antiinflamatorias cuando es consumida directamente, por lo que los frutos que
la contienen han sido usados como medicamento natural. Un entorno alcalino con
pH mayor de 8, o una temperatura mayor de 37ºC desnaturaliza la papaína
rápidamente.
El crecimiento del negocio relacionado con su
uso para ablandar carnes para consumo humano y para evitar la sedimentación
durante la producción de cerveza ha causado que el consumo mundial de papaína
haya aumentado hasta unos cien millones de dólares anuales.
La papaína se consigue por la extracción
del látex,
que es un líquido blanco obtenido mediante cortes en los frutos de papaya
inmaduros. Luego, en el laboratorio se separa la enzima y se purifica hasta
alcanzar un nivel óptimo de calidad para su comercialización y uso.
Usos
Comerciales
Además de sus usos en la industria de la
carne, la cerveza y jugueterías esta enzima es requerida en áreas como la
farmacéutica y la cosmética, donde se utiliza en la fabricación de cremas
despigmentantes de la piel, que consumen aproximadamente el 10 % de la
producción mundial, y van en alza. En Estados Unidos, por ejemplo, se le han
descubierto propiedades a la hora de tratar males hepáticos y dolores lumbares:
su uso médico ha sido aprobado para el tratamiento de estos últimos, mediante
la inyección de la enzima al líquido cefalorraquídeo de la espina dorsal con el
fin de disipar los molestos dolores del disco intervertebral. Todo esto con un
éxito de hasta el 60 % en los pacientes tratados y un riesgo mínimo de
alergia.
Por otra parte, la papaína es uno de los
componentes utilizados por laboratorios oftalmológicos para fabricar tabletas
enzimáticas para la limpieza de lentes de contacto. También forma parte de
suplementos dietarios, debido a su capacidad de favorecer el proceso digestivo,
y de procesos de depuración de aguas.
Paralelamente, se comienzan a descubrir otras
aplicaciones de la papaína en negocios como la industria textil, papelera,
curtido de cuero, así como en procesos de depuración de residuos líquidos y en
investigación de química analítica. Entre los países que la exportan se
encuentran Chile, México, Tanzania, Uganda, el Congo, Sri Lanka (Ceilán), Tailandia y
la India.
Colombia es un país con muchas expectativas para la producción y exportación de
la enzima, por su ubicación geográfica y por la economía que maneja.
Como dato anexo, muchas de sus cualidades no
han podido ser reproducidas en una enzima sintética, lo que vuelve a la papaína
insustituible en muchas de estas áreas.
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