Panorama de la Seguridad
Alimentaria y Nutricional: Sistemas alimentarios sostenibles para poner fin al
hambre y la malnutrición. América Latina y el Caribe, 2016.
RECONOCIMIENTO ANTICIPADO
La situación alimentaria en
Venezuela se viene deteriorando desde 2012, año en que la FAO (Organización de
las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) otorga el primer
reconocimiento a Venezuela por "haber alcanzado anticipadamente la meta
del Objetivo de Desarrollo del Milenio número uno (ODM-1): Reducir a la mitad
la proporción de personas que padecen hambre para 2015", a pesar de que ya
empezaba a notarse el fenómeno de la escasez, el desabastecimiento de alimentos
y el incremento desmedido de la inflación.
En dicha oportunidad varias
organizaciones, entre ellas el Observatorio Venezolano de la Salud, presentaron
un documento para exigir una aclaratoria con respecto a ese reconocimiento, el
cual hasta la fecha no se tiene respuesta (1).
En esta ocasión, el Centro de
Estudios del Desarrollo (CENDES) de la Universidad Central de Venezuela, el
Observatorio Venezolano de la Salud, la Fundación Bengoa para la Alimentación y
Nutrición, la Fundación 5 al día, el Centro de Investigaciones
Agro-Alimentarias de la Universidad de Los Andes y el Colegio de Nutricionistas
y Dietistas de Venezuela, presentan los siguientes comentarios e interrogantes
ante la reciente publicación y presentación a los medios de comunicación del
informe de la FAO que corresponde a la serie "Panorama de la Seguridad
Alimentaria y Nutricional", específicamente el capítulo sobre América
Latina y el Caribe (2016).
DETERIORO DE LA SITUACION
ALIMENTARIA EN VENEZUELA
El deterioro de la situación
alimentaria, nutricional y de salud en Venezuela se ha profundizado durante el
último trienio 2014-2016, cuando los indicadores de alimentación, nutrición y
salud han exhibido cifras nunca antes vistas en Venezuela, con el surgimiento
de fenómenos que expresan situaciones extremas de inseguridad alimentaria y hambre
en toda la población, en especial en los grupos vulnerables.
En este informe que publica la
FAO sobre 2016, el cual se nutre de los datos suministrados por el Instituto
Nacional de Estadística de Venezuela (entidad que por ley le corresponde
suministrar los datos oficiales a los organismos internacionales), llama la
atención el hecho de que diversos aspectos relevantes para Venezuela, a nuestro
juicio, quedan sin ser analizados.
Desde el comienzo del Informe se
señala que América Latina y el Caribe (ALC) se adelantó al resto del mundo al
establecer sus propias metas para la erradicación del hambre para el año 2025.
Igualmente, que los países de la región adquirieron compromisos al aprobar el
"Plan de aplicación integral sobre nutrición materna, del lactante y del
niño pequeño", donde "se comprometieron a disminuir la desnutrición,
el sobrepeso, la anemia y a aumentar la prevalencia de la lactancia materna
antes del 2025". Aquí surge una pregunta ¿Cuál es el compromiso
puntual e individual que adquirió Venezuela para cumplir con esta meta?
ALGUNOS DATOS
El año 2015 estuvo marcado por el
aumento de la pobreza extrema (49,9%) (3), la escasez de alimentos (entre
50%-80% en rubros básicos), el incremento de la desnutrición y por una escalada
inflacionaria (315,0%) que un año más tarde alcanzaría la inflación más alta
del mundo (superior al 600%) (4).
Debe aclararse que estas cifras
corresponden a la tasa de inflación de alimentos y bebidas no alcohólicas, y
que la tasa de inflación de alimentos en 2015, reportada en el informe, es
hasta mediados de ese año.
Datos de la propia Memoria y
Cuenta del Ministerio del Poder Popular para la Salud(MPPS), presentada en 2015
ante la Asamblea Nacional, mostraban cifras alarmantes expresadas en un aumento
del porcentaje de mortalidad materna, que era 5,5 más veces que el valor
registrado en el año 2012.
También es importante resaltar
que la tasa de mortalidad neonatal reportada en este informe de la FAO no
coincide con resultados presentados por el MPPS en su Memoria y Cuenta, que
muestran un exorbitante aumento 100 veces más del porcentaje de muertes
neonatales/nacimientos vivos registrados respecto a 2012 (5).
EN LA LITERATURA SE ENCUENTRA
BIEN DOCUMENTADA LA RELACIÓN QUE EXISTE ENTRE EL AUMENTO DE LA MORTALIDAD
MATERNA Y NEONATAL TANTO CON EL DETERIORO DE LA INFRAESTRUCTURA Y ACCESO A LOS
SERVICIOS DE SALUD, COMO CON EL DÉFICIT DE LA ALIMENTACIÓN Y EL ESTADO
NUTRICIONAL DE LAS EMBARAZADAS. POR TANTO EL DETERIORO EXPERIMENTADO DE
VENEZUELA EN LOS ÚLTIMOS AÑOS ES EL REFLEJO DE LA SITUACIÓN DEFICITARIA TANTO
AL ACCESO DE LOS SERVICIOS DE SALUD COMO A LOS ALIMENTOS (6).
En cuanto a la disponibilidad de
alimentos entre 2014 y 2015, el Informe no ofrece ningún análisis ante la gran
diferencia, por defecto, que presenta Venezuela respecto a otros países en la
cifra de exportación de alimentos, a lo cual se agrega que los datos de
importación indican que esta disminuye entre 2014 y 2015.
También en este Informe se
plantea que "para ALC el 2015 significó el cierre de un ciclo positivo en
particular, referido al objetivo 1 (ODM1) de "erradicar la pobreza extrema
y el hambre". El documento detalla que"en efecto, la pobreza extrema
se redujo en un 66% en la región y la proporción de población en edad laboral
empleada subió, así como también la prevalencia de la subalimentación,
indicador neto de los ODM, bajó de 14,7% a 5,5%".
NO PUEDEN ESPERARSE DATOS
INDIVIDUALES POR PAÍSES,PERO LA GENERALIZACIÓN REALIZADA ENCUBRE LA DISPARIDAD
DE LOS FENÓMENOS EN ALGUNAS NACIONES. LAMENTABLEMENTE PARA LOS VENEZOLANOS EL
2015 NO HA SIDO UN AÑO DE CIERRE DE UN CICLO EXITOSO,
En relación con el acceso a los
alimentos, llaman la atención varios detalles: en primer lugar, que no se
mencionan los tipos de cambio empleados en el cálculo de divisas en Venezuela,
en donde rige desde el año 2003 un control de cambios; en segundo lugar, que la
inflación de los alimentos reportada para Venezuela (253%) es sustancialmente
mayor a las registradas en las demás naciones para 2015 y, sin embargo, en el
texto se menciona el problema de Colombia, que muestra un deterioro de la
situación inflacionaria en el sector alimentos entre 2015-2016, con una
inflación de un dígito (como la mayoría de los países de ALC). Si Venezuela
registra tasas de tres dígitos, entonces vale decir que la inflación más alta
-tras la de Venezuela- es la de Haití, con dos dígitos, pero por debajo de 20%.
En este informe, se presenta una
disminución de la pobreza entre los años 2000 y 2011, con un repunte para el
2014, cuando alcanzó un 32,1%. Esta variable, según la cifra oficial del INE de
Venezuela, aumentó a 33,1% en el primer semestre de 2015. Adicionalmente, la
pobreza extrema presenta una reducción desde el año 2000, con un valor de 9,8%
en 2014, valor que según el INE fue de 9,3 en 2015. No obstante, estos datos
son significativamente inferiores a los reportados por la Encuesta de
Condiciones de Vida de los Venezolanos (ENCOVI), que registró valores iguales a
48% y 73% de pobreza general, junto a 23,6% y 49,9% de pobreza extrema en 2014
y 2015, respectivamente (3) (7).
En cuanto a la disponibilidad por
grupos de alimentos correspondiente a las distintas regiones del mundo y de ALC
(expresadas en gramos/persona/día), en el Informe de la FAO llama la atención
que la información incluida corresponde a los años 2009, 2010 y 2011, período
en el cual la situación en Venezuela era completamente distinta.
Por otra parte, y en cuanto a la
evolución de la desnutrición infantil crónica en países de ALC, merece
destacarse que hasta el año 2015 fue favorable. Sin embargo los datos
venezolanos corresponden al período 1990-2009, donde las condiciones de pobreza
son notoriamente distinta a la de los últimos años.
Entre las medidas de política
gubernamentales que se mencionan no se aportan datos que muestren cómo éstas
han contribuido a mejorar una situación. Así, por ejemplo, se menciona que
Venezuela creó la Corporación Venezolana para la Agricultura Urbana y
Peri-urbana, sin enunciar ningún tipo de evaluación para constatar la
efectividad de dicha política.
De la misma manera se explica que
países como Argentina, Honduras, Panamá y la República Bolivariana de Venezuela
optaron por aumentar el salario mínimo nacional público y/o privado, para así
aumentar los ingresos de los trabajadores del país. Por lo que nuevamente se
"engloba" a Venezuela dentro de una situación promedio que no
corresponde.
También incluyen dentro las
medidas de transparencia e intervención la distribución de alimentos a través
de camiones, pero sin una descripción ulterior a otros detalles que puedan
contribuir a una mejor evaluación de este sistema.
No se mencionan los Comités
Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), a pesar de que este sistema de
distribución está activo desde abril de 2016 y constituye una evidente
violación al derecho humano a la alimentación, por tratarse de un programa discriminatorio,
insuficiente (desde el punto de vista de cantidad y calidad nutricional) para
los ciudadanos y ha promovido la corrupción para la distribución de los
alimentos.
POSICION INSTITUCIONAL
No alertar acerca de la situación
alimentaria y nutricional venezolana actual podría ser considerado como una
violación al mandato "Derechos Humanos en Primer Lugar", cuando el
personal en terreno local de las agencias del Sistema de Naciones Unidas no reporta
a sus respectivas sedes la verdadera situación de la población (en este caso,
la venezolana).
La alimentación de los
venezolanos está severamente comprometida, tanto por las dificultades para
acceder a los alimentos debido a una drástica reducción en las cantidades que
se consumen, la severa escasez debida a la contracción de la producción
nacional y la merma de las importaciones, como por la persistente inflación (la
más alta en ALC en alimentos primordiales en la dieta de los niños pequeños,
como fórmulas infantiles y leche completa), que han impactado los indicadores
biológicos. Estos muestran un incremento de la desnutrición en todas sus
formas, de la desnutrición grave entre 2014-2016 y la pérdida de peso de la
población en distintos estratos, así como el deambular de la población
hambrienta en las calles de nuestras ciudades y poblados, hurgando en la basura
en busca de comida, conductas propias de situaciones de hambrunas ya superadas
en otros países de la región.
Desafortunadamente esta situación,
la alimentación deficitaria, compromete la realización de otros derechos, como
el derecho a la educación en particular de las nuevas generaciones, pues es
conocida la importancia que tiene la nutrición adecuada sobre el desarrollo
cognitivo y sobre el desempeño escolar en todas las etapas. Así pues los
derechos a la salud, educación y alimentación se encuentran íntimamente
relacionados.
REFERENCIAS
Centro de Estudios del Desarrollo
(CENDES) Universidad Central de Venezuela, Observatorio Venezolano de la Salud,
Fundación Bengoa para la Alimentación y Nutrición y Colegio de
Nutricionistas/Dietistas de Venezuela. Declaración sobre el reconocimiento
otorgado por la FAO a Venezuela An Venez Nutr ;2014 (27) 2:258-260.
Organización de las Naciones
Unidas para la Alimentación y la Agricultura. Organización Panamericana de la
Salud. Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional. América Latina y el
Caribe. Sistemas alimentarios sostenibles para poner fin al hambre y la
malnutrición. 2016.
España, Luis Pedro. Aumento de la
Pobreza y Acciones para su Superación. En Una Mirada a la Situación Social de
la Población Venezolana. Encuesta Nacional de Condiciones de Vida 2014 (ENCOVI
2014).