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miércoles, 4 de marzo de 2020

La temporada del mango en Venezuela

Si ve caer mangos del cielo, si los ve caer en la calle o en cualquier parte del país, no se sorprenda. La temporada de mango apenas comienza.



El mango es una de las frutas nacionales que nunca faltan en la mesa venezolana desde finales de abril hasta el mes de septiembre, cuando los frondosos árboles que dan el fruto, finalmente, sueltan toda su carga. Es una fruta dulce y de pulpa carnosa, de concha lisa, amarilla o rosada, según la variedad. Algunos cultivan el mango por su agradable sabor y porque puede comerse crudo, verde o, preferiblemente, maduro.


Muchos lo usan para elaborar jugos, jaleas, merengadas y hasta para lanzarlos y llamar la atención de quien los recibe. En las últimas semanas, por cierto, esta fruta, que por lo general pesa entre 150 gramos y 2 kilos, ha adquirido gran notoriedad en las transmisiones gubernamentales por ser un inesperado objeto de comunicación entre el pueblo y el presidente Maduro.


Algunos de esos mangos que han inaugurado la temporada, fueron lanzados como auténticos "mangos mensajeros" y terminaron convirtiéndose, también sorpresivamente, en "mangos premiados" portadores de una llave para adquirir una vivienda. Tal como le pasó en Maracay a Marleny Olivo, feliz propietaria de un mango y luego de un apartamento de la Gran Misión Vivienda, otorgado por el mismísimo presidente Maduro.



Donde se produce el mango en Venezuela?
Curiosamente, el estado Aragua, donde ocurrió este hecho, es considerado uno de las principales entidades productoras en Venezuela del Mangifera indica lennis, nombre científico que recibe el fruto en sus diversas variedades, sea el de hilacha, el de injerto (mangas) o el de bocado, entre tantos otros. El de Olivo, por su forma ovalada, parecería de hilacha.


Pero no solo en Aragua manda el mango. También hay estados como Guárico, Apure, Cojedes y Miranda donde abundan estos árboles y sus generosas cargas.


Más allá de que un mango pueda volverse un premio en Venezuela, estos también poseen numerosas bondades para el organismo: proporcionan antioxidantes al cuerpo, lo que le permite la prevención del cáncer de colon, y suministran muchas vitaminas C y B5. También se recomienda su ingestión en personas que padecen de insuficiencia renal, pues tiene un alto contenido de potasio, así como también para quienes sufren de diabetes o tienen exceso de peso, porque generan un efecto saciante en quien lo consume. Así que queda de su parte decidir si lo lanza o se lo come, para beneficio de su propia salud.


Sin embargo, como todo exceso es malo, su ingestión abusiva produce efectos laxantes, debido a que tiene un alto contenido de fibra, por cuyo motivo se recomienda siempre no ingerir más de 300 gramos al día.



“El mango bajito” y "el arroz con mango"
El árbol de mango puede alcanzar unos 30 metros de altura, aunque los agricultores prefieren los que tienen dimensiones más manejables, es decir, de unos 10 metros de altura, lo que consiguen mediante la técnica de aplicación de injertos. A esta técnica se recurre para incrementar la producción en el menor tiempo posible, además de facilitar la recolección del producto durante la cosecha.


Desde el siglo XIX, tal y como lo explica y detalla el escritor Carlos Alarico Gómez, se hizo muy popular en Venezuela el dicho “los mangos están bajitos”, frase que se usó mucho en la política desde entonces, pues servía para expresar que ciertos asuntos o enemigos a vencer se hacían más fáciles que otros.


Tal creencia popular adquirió peso histórico con el famoso diálogo entre el general Francisco Linares Alcántara y Juan Vicente Gómez, ocurrido en 1913, cuando el Benemérito le ilustró a Alcántara -con una frase- el ambiente de conspiración que había descubierto en palacio: "Es que como los mangos están bajitos, Alcántara, estoy meneando la mata pa’ que se caigan", dijo Gómez.

Varias décadas más tarde, el doctor Luis Beltrán Prieto Figueroa criticó la alianza de Jóvito Villalba -jefe del partido URD- con Luis Herrera Campins -el candidato presidencial de Copei- y expresó que eso era como una "ensalada de mango con morrocoy", incorporando de este modo un nuevo dicho al ya amplio vocabulario relacionado con la fruta en Venezuela.


De hecho, existe una expresión popular para referirse a ciertas combinaciones extrañas, tan casi imposibles como lo sería, en el ámbito político, la combinación de neoliberalismo con marxismo, de racismo con comunismo o bien de socialismo con populismo. Esa expresión no es otra que la de tener, al menos en el campo político, todo "un arroz con mango".

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