Sean todos y todas cordialmente invitados a este espacio
para la formación contetivo del SEMESTRE II – 2014; no sin antes recordar cual
es el motivo por el cual nos definimos como estudiantes.
Estudiante es
la palabra que permite referirse a quienes se dedican a la aprehensión,
puesta en práctica y lectura de conocimientos sobre alguna ciencia, disciplina o arte. Es usual que un estudiante se encuentre matriculado en
un programa formal de estudios, aunque también puede dedicarse a la búsqueda de conocimientos de manera
autónoma o informal.
Existen diversas clasificaciones o
tipos de estudiante, que se establecen a partir del modelo de enseñanza, la
dedicación temporal que implica el estudio, el plan académico en el que se
inscribe y otras características.
La palabra estudiante suele ser utilizada
como sinónimo de alumno. Este concepto hace
referencia a aquellos individuos que aprenden de otras personas. El término
alumno proviene del latín alumnum, que a su
vez deriva de alere (“alimentar”).
Se dice que un sujeto es alumno de la
persona que lo educó y lo crió desde su niñez. Sin embargo, también se puede
ser alumno de otra persona más joven que uno. Por eso, los términos estudiante, alumno, discípulo e incluso aprendiz suelen ser intercambiables.
La diferencia entre un estudiante oficial
y uno libre es que el primero recibe la enseñanza oficial de un centro
educativo reconocido por el Estado y
es sometido a exámenes que validan los
conocimientos adquiridos. En cambio, el estudiante libre no necesita respetar
ciertas normas para proseguir con su aprendizaje. Hay que
reconocer, de todas formas, la existencia de distintas variantes en estas
clasificaciones, ya que un alumno puede no asistir a clases con regularidad
pero cursar asignaturas formales a distancia, por ejemplo.
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